Por: ISMAEL BATISTA
BARAHONA: La hipertensión del embarazo continúa siendo un problema de salud mayor en todo el planeta, principalmente en los países en vía de desarrollo. Y prevalece como causa importante de muerte materna, perinatal y prematuridad.
De acuerdo a los indicadores publicados por el Sistema Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud Pública, en referencia a la mortalidad materna afirma que en la República Dominicana mueren 100 mujeres gestantes por cada 100,000 nacidos vivos.
Representa una de las mortalidades más altas del continente por esta causa, puesto que los informes de la OPS-ONU dan cuenta de una mortalidad materna, en la región, de 85 por cada 100,000 nacidos vivos. Una diferencia significativa.
Sin embargo, los informes de los organismos internacionales también destacan que en América Latina varios países, incluyendo la República Dominicana, han logrado desde 1990 reducir significativamente la mortalidad materna, aunque ningunos de ellos lograron alcanzar los objetivos mínimo de desarrollo del milenio 2015 (ODM)
Del mismo modo las estadísticas de la región destacan que solo Cuba logró alcanzar los objetivos del desarrollo del milenio con una tasa de mortalidad materna de 21.5 por cada 100,000 nacidos vivos, equiparable con los países desarrollados o industrializados.
Siendo así las cosas, en el país las muertes maternas provocadas por la Enfermedad Hipertensiva de Embarazo y otras comorbilidades asociadas a la misma, causan más muerte que el dengue y cualquiera de las enfermedades infecciosas o transmitidas por vectores, en conjunto.
¿Y cuáles son las causas de estas altas tasa de mortalidad en la región?
Las principales causas detonantes de esta tragedia regional, involucradas por la Organización Mundial de la Salud (ONU) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), son la pobreza y las limitaciones del sistema sanitario de los países.
Y como es un tema de actualidad y debate en el país, es oportuno aclarar que el sistema sanitario no solo está constituido por médicos, como creen algunos, y no son los únicos culpables de la tragedia; por definición, engloba a todos los servidores del sistema de salud, incluyendo los gestores y promotores del modelo de atención.
Además, son parte del mismo todas aquellas organizaciones e instituciones cuyas acciones de una u otra manera influyen en el estilo de vida de la personas, sean estas de índole alimentaria, ambientales o financieras, entre otras.
Entonces pues ¿la fiebre está en la sabana o en el enfermo? Está en el enfermo. Si la busca en la sábana, no la encontrarás jamás y se morirá el paciente.
Si queremos reducir la mortalidad materna, que es un síndrome de génesis multifactorial, buscando un culpable nunca lo lograremos. El meollo del objeto está en el modelo de gestión. Por consiguiente, el modelo de atención de salud en República Dominicana amerita una reorganización de cuerpo entero.