SANTO DOMINGO. Si no tuvo la oportunidad de ir al FOA, el congreso sobre mercadeo, publicidad y redes sociales más importante que se celebra en el país, aquí presentamos un decálogo que recoge las principales lecciones aprendidas en el evento que cada año se pone mejor.
1. ¿Su marca no tiene una página web enlazada a sus redes sociales? ¡Empezamos mal!
En la era de la socialización, no encontrarse en el buscador de Google equivale a no existir; no tener redes sociales, significa ser ciego, sordo y mudo. Y aún más lejos, la multiplicidad de pantallas (celular, tablet, PC, TV, reloj) obliga a que tu producto tenga un sitio web hábil para todos los dispositivos.
2. El silencio mata. Las marcas no pueden estar calladas
El nuevo marketing proclama a los cuatro vientos “mejor que hablen mal a que no hablen”. Y es que en los tiempos de las mil y una marcas, nadie puede darse el lujo de ser irrelevante. Los escasos segundos de atención que las personas prestan, siete según estudios realizados, deben aprovecharse al máximo, así sea para ser odiado. Después de todo, explicó Fernando Anzures, CEO de Expomarketing LATAM y fundador de Liquid Thinking Consulting Latam, es más fácil cambiar una mala percepción que resurgir del total anonimato.
3. Marketing no son los productos que vendes, sino las historias que cuentas
Atrás (gracias a Dios) quedaron los anuncios que repetían una y otra vez ¡cómprame! Ahora, el “must” de la temporada son las historias que conmueven, que divierten y que hacen pensar. Cómo olvidar aquel memorable anuncio del BHD en el que un cactus cubría sus espinas con malvaviscos para poder acercarse a las personas. Esta es una buena idea de hacia dónde va la publicidad; al parecer, a desarrollar la vena de cineasta.
4. ¿Qué buscan los Millennials? ¡Que las marcas los diviertan!
¿Sabía que 2.8 millones de dominicanos nacieron a principios de los años 80 y mediados de los años 90? Esta generación, bautizada con el nombre de Millennials, son los más cercanos consumidores de las marcas y tienen gustos particulares. Uno de estos, ¡que los diviertan! ¿Recuerdas el escándalo de la senadora Sonia Mateo y su sueldo “que no le alcanza ni para comprar una botellita de agua”? Jumbo, aprovechando la coyuntura, publicó un pequeño anuncio en sus redes diciendo que su agua, Líder, es tan barata que hasta Sonia puede comprarla. ¿Otro ejemplo? Un anuncio elaborado por los preservativos Durex para felicitar a los padres en su día, “Para todos aquellos que no usaron condones Durex, feliz Día del Padre”.
5. Quienes interactúan con su marca son una excelente fuente de información
¿Cuándo fue la última vez que preguntó a sus clientes qué piensan sobre tu marca o qué les gusta de esta? Vladimir Palacio, jefe de Crecimiento de Segundamano México, insiste en que es necesario convertirse en un investigador a tiempo completo. Para esto, lo primero es definir un objetivo de negocios y su parámetro de medición o métrica. Luego, escoger un instrumento apropiado, que pueden ser pequeñas encuestas, y poner a prueba la hipótesis de trabajo. Aquí lo importante es conocer las tendencias del mercado, por lo que la exactitud es irrelevante.
6. ¡Abajo la segmentación por edad o género!
En un mundo globalizado, la segmentación de públicos objetivos es un arte. Aparte de grupos de edad, género o status económico, también se le agregan nacionalidad, región, costumbres y creencias locales.
7. Piensa más allá de tu producto
Una nueva modalidad de publicidad que añade valor a un producto es el Content-Marketing, que consiste en publicar artículos o reportajes de interés patrocinados por una marca. Por ejemplo, si es el propietario de una tienda de zapatos ortopédicos, posibles tópicos de interés relacionados con su empresa pueden ser los daños en la espalda provocados por los tacos, si la reflexología realmente funciona o cómo lidiar con los pies planos.
8. El futuro de la publicidad es escuchar
Para las marcas, las redes sociales han significado el fin de la comunicación unidireccional. Estos canales son una herramienta perfecta para saber, con exactitud, los gustos de sus potenciales clientes. En ese mismo tenor, también les llegó el fin a esos molestosos “pop-up” o ventanas emergentes.
9. El lenguaje publicitario está cambiando
Palabras tales como vender, consumidor, campaña, digital e interactivo no tienen cabida en el marketing del siglo XXI. En vez de vender, se hace énfasis en “hablar” porque las personas están comprando historias en vez de productos. Los consumidores de antes ahora son “co-creadores”, prefieren crear sus propias versiones de algo antes que permitir que otros se las cuenten (para muestra, las millones de selfies “yo observando la torre Eiffel” o “yo en el concierto de los Rolling Stone”). ¿Campañas publicitarias? Compañía mejor dicho. ¿Digital? Una redundancia, todos somos digitales porque todos estamos –o deberíamos estar- en la Internet. Por último, ya no se dice interacción, sino inmersión. La multiplicidad de pantallas a las que tenemos acceso, invitan a la publicidad a ofrecer una experiencia envolvente.
10. Queda Facebook para rato
Que los jóvenes no están usando Facebook, que estamos en la era del Snapchat... ¡Patrañas! ¿Sabes qué hace Facebook cuando presiente que una red social está tomando fuerza? ¡La compra! Esto sucedió con Whatsapp, Instagram y Messanger. Además y anticipándose a los cambios del viento (o a la de los jóvenes que son más rápidos), puede subir videos directamente a Facebook y editarlos, crear presentaciones y publicar artículos de interés en su plataforma Instant Articles by Facebook. Y ni hablar de Instagram Stories, responsable de retrasar la salida a bolsa de Snapchat
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