El máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, llegó a la zona el pasado martes.
LLANOS DEL YARÍ. La guerrilla de las FARC ultima hoy los preparativos para iniciar mañana su Décima Conferencia, una cita con la historia en la que renunciarán a la lucha armada después de 52 años para convertirse en un movimiento político.
En un punto remoto de los Llanos del Yarí, bastión de esta guerrilla que abarca parte de los departamentos del Meta y Caquetá, en los límites con la Amazonía, los jefes de las FARC se reunirán durante una semana con centenares de guerrilleros para trazar el nuevo rumbo, aprobar el acuerdo de paz con el Gobierno y decir adiós a las armas.
El máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, llegó a la zona el pasado martes y a lo largo de la semana lo han hecho otros mandos, entre ellos el jefe negociador en los diálogos de Cuba, Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, quien aseguró que todos los ciudadanos deben “sacar adelante el sueño de empezar la construcción de la paz”.
La precaria carretera que lleva de San Vicente del Caguán, último punto urbano antes de adentrarse en dirección al caserío de Las Damas y luego a El Diamante, donde se celebrará la cita, presenta hoy un inusual movimiento de camionetas, camiones y “chivas” (autobuses típicos sin aire acondicionado) que se dirigen a la zona con periodistas, gente de la organización y personal logístico.
El montaje en medio de la nada de una cita de esta magnitud en la que son esperadas unas 2.000 personas y para la que, según las FARC, están acreditados más de 350 medios de comunicación, no es tarea fácil y por eso la guerrilla trabaja a todo vapor para tener la lista la conferencia, que será abierta mañana con un discurso de “Timochenko”.
Los billetes de los autobuses que llevan periodistas a la zona tienen la fotografía de una guerrillera y las inscripciones “Construyendo la paz” y “Chiva colombiana”.
El tramo final del viaje, de aproximadamente seis horas por una carretera que más parece una trocha en medio de un clima asfixiante, es una odisea pero las peripecias comienzan antes ya que la vía desde Florencia, capital del Caquetá, hasta San Vicente, está a medio asfaltar, llena de huecos y plagada de controles militares que muestran lo que ha sido el conflicto armado en la zona.
La gente de la región conoce bien esa situación pues San Vicente fue el centro de la zona desmilitarizada de 42.000 kilómetros cuadrados que abarcaba también parte de los municipios de La Macarena, La Uribe, Mesetas y Vista Hermosa en la que entre 1998 y 2002 el presidente de entonces, Andrés Pastrana, negoció sin éxito con las FARC.
La situación ahora es diferente a la de entonces, cuando las FARC convirtieron la también llamada “zona de distensión” en una “guarida”, según políticos de la época, en la que cometían toda clase de delitos y ocultaban dinero y bienes obtenidos del secuestro y las extorsiones.
Prueba de ello es que en los Llanos del Yarí se reunieron ayer el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y el comandante del Comando Estratégico de Transición (COET), general Javier Flórez, con los miembros del Secretariado (máximo órgano de las FARC), para definir asuntos relacionados con la firma de la paz, que será en Cartagena el 26 de este mes, dos días después de que concluya la conferencia guerrillera.
Las FARC han buscado darle a la conferencia un marcado carácter festivo, por lo que han programado actividades culturales diarias con las que esperan convertir el lugar en un “Woodstock selvático”, según bromearon con Efe algunos de los organizadores.
Además de esos paréntesis festivos, a diario iniciarán sus jornadas a las siete de la mañana con declaraciones a la prensa en las que intentarán inculcar algunos de sus mensajes con hincapié en su historia y pensamiento ideológico.
“Lucha por la tierra y la paz”, “Historia de las FARC, 52 años”, “Lucha de las mujeres por la paz” o “Paz con medio ambiente y los recursos naturales”, son algunas de las charlas que dirigirán a los periodistas, probablemente con la intención de comenzar a posicionar su mensaje en una sociedad a la que pedirán el voto tras dejar las armas y convertirse en partido político.
Gonzalo Domínguez Loeda