Cuando Donald Trump habló en la ONU el mes pasado, los integrantes de la audiencia se rieron de él. Fue un insulto sin precedentes para un presidente estadounidense. Pero tengo la inquietante sospecha de que el Sr. Trump será el último en reír. El 45º presidente de EEUU podría convertirse en un líder que cambió el curso de la historia y encarnó el espíritu de una época.
Las figuras históricas no tienen que ser buenas personas, ni siquiera especialmente inteligentes. El Sr. Trump es un mentiroso habitual, cuya administración ha establecido campos de detención para niños. Se dice que Rex Tillerson, su ex secretario de Estado, describió al presidente como un “imbécil”. Pero nada de eso debe impedir que el Sr. Trump acabe siendo lo que el filósofo Georg Hegel llamó una “figura histórica mundial”.
La figura histórica mundial por excelencia de la era de Hegel fue Napoleón, a quien el pensador alemán describió como el “espíritu mundial a caballo”. El presidente francés, Emmanuel Macron, le dijo a Der Spiegel que “Hegel veía a los ‘grandes hombres’ como instrumentos de algo mucho más grande. Creía que un individuo podía encarnar el Zeitgeist (espíritu del mundo) en un momento dado, pero también creía que ese individuo posiblemente no sabría que lo estaba haciendo”.
Dudo que el Sr. Trump tenga mucho que decir sobre Hegel. Pero puede ser el tipo de estadista instintivo que describió Hegel, una figura que ha aprovechado y encarnado las fuerzas que él mismo sólo entiende a medias.
Si los futuros historiadores deciden que el Sr. Trump sí fue una figura histórica, ¿qué podrían decir? Primero, que rompió decisivamente con el consenso de la elite sobre cómo EEUU debería manejar su relación con el resto del mundo. Los presidentes anteriores negaron la erosión del poder estadounidense o intentaron manejarlo en silencio. Por el contrario, el Sr. Trump reconoció el declive de EEUU y trató de revertirlo. Su método consistió en utilizar el poder de EEUU de manera más abierta y brutal, en un esfuerzo por reescribir las reglas del orden global en beneficio de EEUU, antes de que fuera demasiado tarde.
En particular, el Sr. Trump decidió que la globalización, acogida por todos sus predecesores, era en realidad una idea terrible que estaba debilitando el poder relativo de EEUU y erosionando los estándares de vida de sus ciudadanos. Después de más de 30 años de salarios reales estancados o en declive, los estadounidenses fueron receptivos a ese mensaje. El Sr. Trump acosó a sus amigos y enemigos sin sentirse limitado por las restricciones de la cortesía tradicional.
Con su enfoque instintivo de suma cero con respecto al mundo, el Sr. Trump también decidió que una China más rica y poderosa era obviamente una mala noticia para EEUU; se convirtió en el primer presidente en intentar bloquear el ascenso de China. Sea o no una buena idea, es sin duda un desarrollo histórico, que revierte más de 40 años de la política exterior de EEUU, que ha tratado de integrar a China a un orden mundial liderado por EEUU.
En el frente interno, los futuros historiadores tal vez señalarían que el Sr. Trump fue el primer presidente en darse cuenta de la enorme brecha que se había abierto entre la opinión de la elite de estadounidense y la del público en general, sobre una variedad de temas, desde la inmigración, el comercio y las políticas de identidad. Como candidato y luego como presidente, explotó estas divisiones de manera despiadada y efectiva. El Sr. Trump dijo e hizo cosas que los analistas convencionales consideraban un suicidio político. Pero sus instintos demostraron ser mejores que los de los expertos. A pesar de su edad, el Sr. Trump también supo cómo usar los nuevos medios y los aprovechó con mayor habilidad que otros políticos.
¿Pero todo este radicalismo será coronado con éxito? Claramente, es demasiado pronto para decirlo.
Sin embargo, desde una perspectiva trumpiana, las primeras señales son prometedores. La economía de EEUU está en auge, mientras que la economía de China está comenzando a declinar. La Corte Suprema de EEUU ha sido remodelada. Debido a la presión estadounidense, Canadá y México acordaron reescribir su acuerdo comercial con EEUU y otros aliados de EEUU están mostrando señales de que también se alinearán. Independientemente de los resultados de las elecciones de mitad de período del próximo mes, el Sr. Trump tiene buenas posibilidades de ser reelegido en 2020.
Por supuesto, todo podría salir mal. Y, como una persona que está a favor del sistema establecido, me inclino a pensar que así será. Las guerras comerciales del Sr. Trump podrían ser contraproducentes. La economía estadounidense podría recalentarse y el mercado de valores podría hundirse.
Si hubiera otra crisis financiera global, un EEUU gobernado por el Sr. Trump tendría dificultades para liderar una respuesta global coordinada. Si la administración Trump continúa minando el sistema de alianzas de EEUU, el poder de EEUU podría erosionarse incluso más rápidamente que antes. En el peor de los casos, el estilo instintivo de asumir riesgos del Sr. Trump podría llevar a un gran error de cálculo y una guerra con China o Rusia o en la península de Corea.
Pero incluso el fracaso final y el desastre no invalidarán la afirmación del Sr. Trump de que él es un presidente verdaderamente histórico. El presidente puede pensar que la grandeza se trata de “ganar”. Pero Hegel sugirió que las cosas generalmente terminan mal para las figuras históricas mundiales: “Mueren temprano como Alexander; son asesinados como César; o son transportados a Santa Elena como Napoleón”. Es un pensamiento alentador para todos los adversarios del Sr. Trump.


Analisis interesante
ResponderEliminarQuien escribe es un ciudadano caribeño, que Trump nos llama Chatarra,paises de mierda
Trump compro ilegalmente Wassap Google ilegalmente la subjtividad de los votantes: que desean y los ofrecio eso esta aplicando ilegal e ilegal e ilegitimamente en Brasil el y George Soros representante democratas y de los Clintos
Trump derrotado politica y economicamente por la politica Guerrerista vasado en el NeoMonroeNismo
ResponderEliminarLevanta una marcha en Honduras pais Fraudulento con base militar de EEUU dobde acabaron se asesibar a Berta Cáceres Ambientalista
Marcha que pasa por gmGuatemala con ejercito asesino y la protegen
Esa Marcha caera en Mejico convirtiendose en una CONSPIRACION contra el Gobierno de Lopez Obrador SIMILAR A LA CONSPIRACION INICIADA EN PALMA SOLA CONTRA EL FUTURO GOBIERNO DE JUAN BOSCH
ES UNA CONFIRMACION DEL SAQUEO Y ESCLAVIZACION DE NOSOTROS,ES LA BOTA QUE NOS DESPRECIA Y PATEA,Que tienen operacion nuestros Rios en busca de oro, que debemos responder con valentia SOLUDARIDAD sin BLANDENGUERIAS
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